1ª Parte
Y bueno, todo parecía ser como un sueño, desde el miércoles de la semana pasada, me alejé de mis cotidianidades y empecé a disfrutar de una celebración que había sufrido una pequeña interrupción luego del grado en el que estuve acompañado con familiares y amigos. Las fiestas de
Entonces me aparecí por allá y vaya sorpresa, el parche Ultimate de
Bien, aparecieron las bandas que sonaban más bien regular, pero esto se compensaba con toda esa cantidad de chicas lindas alrededor, mis estudiantes me brindaron más alcohol y luego el aguardiente se transformó en ron y después, más cerveza claro y me fui para mi casa, enlagunado, sin tiquete para Bogotá porque extravié el libro de Jack London (cuentos de los mares del sur) donde lo llevaba y para colmo me dormí y no pude llegar a tiempo al terminal. Así que al día siguiente, enguayabado, con sentimiento de culpa y unas ansias tremendas de llegar al D.C., me embarqué en un viaje de 10 horas, con trancón de hora y media incluido (en ese hijuemadre calor de Honda), y en un bus re lento que subia a
Nada más llego y Bogotá me recibe como se debe, es decir, con congestión vehicular y con una enorme nube gris al fondo extendiéndose por doquier, con un frío mas bien regular y con la familia esperando ya mi arribo. Lo primero que hice fue llamarla, contarle las cuitas del viaje y decirle que la extraño que hubiese sido genial que viniera conmigo y prometo escribirle una serie de crónicas de viaje exclusivamente para ella. Lo siguiente es llamar a los amigos, concretar la salida de rigor a algún bar Rock y a celebrar por todo lo que nos espera el fin de semana, beber beber y beber y había motivos para ello, por supuesto.
(...)
Era ya en viernes y estaba en la capital y teníamos con Nicolás una cita concertada con los aviones precolombinos en el Museo del Oro, así que allá nos llevamos a la madre, la tía y a la primita, ¡3 horas y media de pura orfebrería indígena! Sin palabras (es decir hasta un próximo post con fotos incluidas y que tales)
El séptimazo es algo que no había contemplado en su totalidad, y con Nico me dí la oportunidad, a pesar que odio los tumultos (y el motivo del viaje es un concierto, ¿cabe tamaña contradicción?) pensaba también en aquel poema del gran Baudelaire, las Multitudes: Rap, Tango, Hip Hop, Escultura, Cine Documental (curiosamente un documental diferente a Terrícolas, Nico recibió el panfleto de por qué no comer carne, y luego ¡¡¡hablan de las casualidades!!!) y una mancha interminable de gente y nosotros rumbo a la plaza de toros en búsqueda de una librería en la que nos reuniríamos con mi tío Javier quien me tenía deparada una tremenda sorpresa. De su reciente visita al Viejo Continente, me obsequió un pequeño gran libro sobre
Hasta aquí la primera parte deste post.
2ª parte
Sábado (¡¡¡al fin!!!!)
la consumación de la espera
que se diluye en las últimas horas
lentas estorbosas acuciantes
evadidas en la conversación y la cuisine
y el hammer vaporoso
densificando el ambiente
Tomamos el taxímetro
y siento que es Sueño
Buscamos al Staf
Nico y yo
entre la multitud
van dos rockers
ataviados
a lo vieja guardia
Sandman y Curtis
acaso?
Fuli y compañía
y la tan larga espera
en medio de la fila
y la tarde se anima
con los tentempiés
se resuelve el país
se silban en los espacios
las canciones depechemodianas
y no sorprendemos unos a otros
y sonreímos emocionados
Se camuflan los paraísos
en los bolsillos secretos
y la entrada es solventada
por un pedazo de papel
que se conservará
mientras se viva
El paseo definitivo
con un remate desesperado
para alcanzar la mejor
ubicación posible
dentro de estas circunstancias
por demás privilegiadas
La ansiedad multiplicada por mil
y la felicidad desbordada
luego del respectivo
abucheo al telonero ....
:P
y el resto es la tercera parte del post
2 comentarios:
La Locura de Concierto
Distrito capital con Leito anduve
Enriqueciendo la vida con el arte
Pleno de síntesis en nueva ola
Eramos la espectativa telurica
Casual estilo de masas que danzan
Habran otros encuentros
Escribiremos aún la historia
Martillando de sonidos universales
Ofrendados al auditorio
Dirigido por la rotunda ola de
Essex.
Vacío de mi memoria
lo que no trasciende
formateo neuronas
desaparezco archivos
que no valen la pena
Almaceno gratos recuerdos
entre los que se encuentran
los paseos por el DC contigo Nico
la amena conversación con Fuli
y todo ese baile de las masas
al ritmo de aquellos locos
geniales de Essex
en la espiral de mi (nuestra) historia, esta es la curva ascendente en la que quisiera permancecer un largo y ameno instante
;)
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