La novela transcurre en los años posteriores a la gran depresión americana, durante un crudo invierno en el que la ya dura existencia comienza a ser agónica.
La vida de Bandini transcurre marcada por la familia, con una madre sumisa y beata (muy italiano) y un padre arrojado a la bebida por la falta de trabajo, y el colegio católico al que puede ir gracias a la compasión de las monjas. La situación familiar se complica con la aparición de una viuda rica (anglosajona) por la que su padre acabará abandonando a la familia.
Con una conmovedora lucidez, en la que se contraponen sentimientos como la devoción, el afecto, la maldad y la ternura, Arturo Bandini sobrevive a estos acontecimientos ansioso por que llegue la primavera, cuando escampe y desaparezca la nieve para poder jugar al béisbol, sin duda su gran pasión.
En la obra de John Fante se encuentran aspectos esenciales del hombre social, una característica que lo acerca al John Steinbeck de Las uvas de la ira, aunque con rasgos claramente personales y diferenciadores. En “Pregúntale al Polvo” son muy notables las páginas dedicadas a un terremoto, unas páginas escritas de forma onírica, provocando sensaciones más soñadas que vividas. También podemos destacar los amores de Arturo Bandini en ambos libros, unos amores que comienzan siendo violentos y absurdos para terminar siempre en tragedia y pasión.
A algunos el tiempo les da la razón o simplemente el éxito les llega demasiado tarde. Tal es el caso de John Fante, un escritor al que el reconocimiento literario le fue durante mucho tiempo negado y que no recibió hasta después de que Bukowski alcanzase su propia fama y rescatara a su “ídolo”. Gracias a Charles Bukowski conocemos a John Fante y quien sabe si sin John Fante hubiese existido Charles Bukowski, al menos el que conocemos. El caso es que Fante consiguió finalmente aquel esquivo objetivo con una indiscutible vocación —la última novela la dictó a su mujer ya ciego y con la piernas amputadas debido a la diabetes—. Pero este éxito tardío no pudo verlo John Fante. Y no lo vio no sólo por su ceguera sino porque para entonces Fante hacía años que era polvo.
La novela fue llevada al cine en 1989 por Dominique Deruddere, la sinopsis aquí
Esperemos la primavera con Bandini
Si quieres, puedes empezar a leer algo más sobre John Fante
Hasta la próxima
Leo
1 comentario:
Lo que me impresiona en grado sumo es ese final tan debilitado por su cuerpo físico, difícil final para John Fente.
Besitos para tí.
Ah!! y no se olvide decirle a tu amigo.
Thanks!
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