Automatismos IX y X

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Mas de la saga de mis automatismos... esta vez en prosa espontánea, creo

IX

En la búsqueda de la felicidad tropiezas con desventuras que en lugar de debilitarte te hacen más fuerte. Una negativa fulminante es menos doloroso que saber que aquella que uno ama se encuentra en brazos de alguien mas. No es una cuestión de orgullo, es saber retirarse a tiempo, hacer que el corazón entienda que no hay nada ahí para él, aunque se niegue a dejar de sentir porque las razones no valen nada para él.

Cuántas veces he querido en silencio porque sé de antemano la respuesta y prefiero no escucharla. Y cuántas más me ha sido suficiente con una sola cita para saber que detrás de ese hermoso capullo no hay nada, ni siquiera una polilla.

Por eso yo prefiero no dejarme “engañar” por mis sentidos e ir siempre un paso más allá. Me gusta echar a rodar la bola porque el azar es siempre inquietante y no sabes que sorpresa se esconde tras el brillo de unos bellos ojos…


X
Quise escribirte un poema cada día desde la primera vez que te vi. Dedicártelo y que fueran de alguna forma el reflejo de lo que tú eres y de lo que yo creía entrever en ti. Pero ahora se que sigues siendo un completo misterio para mí.

Tú prefieres el silencio a las palabras, pero yo voy a la contra y quiero que ellas vengan en mi ayuda para que me permitan dilucidar tu magia sin profanar tu templo. Suele ser un juego peligroso y aunque sea una buena idea para un libro de poemas el final lo entreveo ya en lontananza. Además debo prescindir de la dedicatoria y volverte nada más que una Letra anónima seguida de los puntos suspensivos.

Era el riesgo que había que correr y yo me aventuré a tu mar embravecida. Ahora naufrago con mi nao, por aquello del refrán sobre el capitán. Aunque hubiese preferido naufragar en el océano de tus ojos y perderme en ellos para siempre.