Hace poco más de cinco lustros que vi por primera vez la luz de este mundo... de ahi en adelante, mi existencia ha sido, no digamos que plena ni feliz, pero si al menos entretenida. Los recuerdos de la infacia se guardan con cautela en el baúl de la memoria, son el único refugio para aquellas horas de tristeza y desasosiego. Luego están la pubertad y la primera juventud en las que mi personalidad se definia, ya no a partir de modelos idealizados de padres y familiares, sino teniendo como luces a los amigos del "parche", que distaban mucho de ser perfectos y mas bien, desde el punto de vista paterno eran considerados como malas influencias (Sobretodo a mí. Aun me pregunto por qué las mamás de mis amigos siempre terminaban culpándome por las embarradas de todos, ahora pienso que podrían tener razón, más aún cuando las malas influencias son las mejores, jeje), estaban también los profesores inmamables que te obligaban a mejorar la caligrafía y siempre estaban dispuestos a sermonearte por cualquier cosa que hicieras, dijeras o dejaras de hacer o decir. No les guardo rencor, sobretodo cuando ninguno daba un peso por el futuro de nosotros y ahora no se atreven a mirarte de frente a los ojos (Como el profesor Carlos Goyes, ¡pobre pelmazo petulante!).
Después está la época de la U. La inevitable salida de casa, el advenimiento de nuevas experiencias y placeres, si bien el perfil de libertino se fraguó desde el ya lejano décimo grado.
Imposible nombrar aquí a todos y a todas los que de una u otra forma se inmiscuyeron conmigo, me abrieron las puertas de su corazón y me brindaron su amistad y su amor. No vale la pena recordar todas las visicitudes que atravesé - y aún atraviezo- en el arduo sendero de la búsqueda del amor, ni las dicotomías morales y espirituales que abren una brecha cada vez más profunda entre mi mismo y "los demás". He degustado la deliciosa ambrosía de la soledad y he escuchado en el silencio a mis más íntimos yoes. He trabado amistad con la poesía y con la música de una manera tal que nunca más se podrán alejar ya de mí, ni yo de ellas.
He abanderado las causas perdidas, los amores imposibles, la libertad de pensamiento y de acción. Me han roto el corazón una y mil veces y una y mil veces me he sentado pacientemente a recoger los pedazos y unirlos de nuevo uno por uno. He absorbido conocimiento y lo he brindado desinteresadamente. Aún tengo una gran sonrisa que no es de dientes para fuera sino que sale desde el fondo de mi ser. Aún creo en que todo puede ser mejor y que a aquella esquiva señorita llamada felicidad me la he de encontrar mas temprano que tarde y entonces sí la agarro por el brazo y me la llevo conmigo a conocer el mundo.
Son poco más de cinco lustros y este último cumple estuvo aburrido, el trabajo no da tregua y el sábado pasado me entristecí hasta los tuétanos pues, mientras la tarde era hermosa y cálida fuera, yo estaba recibiendo clase. Esperaba con impaciencia el no va más, para salir a festejar y el problema ahora era con quien, pues casi todos mis amigos ya no están en la ciudad. Afortunadamente encontré aquel espectáculo de mitos y leyendas en el Jardín Botánico, el cual me hizo recordar los días en la finca del abuelo, alredor del fuego todos reunidos contando historias fantásticas de aparecidos y duendes. Luego F. apareció de la nada y pude al fin con él abandonarme a los placeres del licor y los demás ingredientes paradisiacos hasta perder la conciencia bien entrada ya la noche, es decir casi a la madrugada. Soporto con dignidad las resacas pues, es el precio que hay que pagar para olvidarse por un momento de todo lo que agobia mi existencia. Como me lo recuerda L. cada vez que leo sus poemas...
..."Pago por todo lo Bailao!"
...En horabuena, joder!
Después está la época de la U. La inevitable salida de casa, el advenimiento de nuevas experiencias y placeres, si bien el perfil de libertino se fraguó desde el ya lejano décimo grado.
Imposible nombrar aquí a todos y a todas los que de una u otra forma se inmiscuyeron conmigo, me abrieron las puertas de su corazón y me brindaron su amistad y su amor. No vale la pena recordar todas las visicitudes que atravesé - y aún atraviezo- en el arduo sendero de la búsqueda del amor, ni las dicotomías morales y espirituales que abren una brecha cada vez más profunda entre mi mismo y "los demás". He degustado la deliciosa ambrosía de la soledad y he escuchado en el silencio a mis más íntimos yoes. He trabado amistad con la poesía y con la música de una manera tal que nunca más se podrán alejar ya de mí, ni yo de ellas.
He abanderado las causas perdidas, los amores imposibles, la libertad de pensamiento y de acción. Me han roto el corazón una y mil veces y una y mil veces me he sentado pacientemente a recoger los pedazos y unirlos de nuevo uno por uno. He absorbido conocimiento y lo he brindado desinteresadamente. Aún tengo una gran sonrisa que no es de dientes para fuera sino que sale desde el fondo de mi ser. Aún creo en que todo puede ser mejor y que a aquella esquiva señorita llamada felicidad me la he de encontrar mas temprano que tarde y entonces sí la agarro por el brazo y me la llevo conmigo a conocer el mundo.
Son poco más de cinco lustros y este último cumple estuvo aburrido, el trabajo no da tregua y el sábado pasado me entristecí hasta los tuétanos pues, mientras la tarde era hermosa y cálida fuera, yo estaba recibiendo clase. Esperaba con impaciencia el no va más, para salir a festejar y el problema ahora era con quien, pues casi todos mis amigos ya no están en la ciudad. Afortunadamente encontré aquel espectáculo de mitos y leyendas en el Jardín Botánico, el cual me hizo recordar los días en la finca del abuelo, alredor del fuego todos reunidos contando historias fantásticas de aparecidos y duendes. Luego F. apareció de la nada y pude al fin con él abandonarme a los placeres del licor y los demás ingredientes paradisiacos hasta perder la conciencia bien entrada ya la noche, es decir casi a la madrugada. Soporto con dignidad las resacas pues, es el precio que hay que pagar para olvidarse por un momento de todo lo que agobia mi existencia. Como me lo recuerda L. cada vez que leo sus poemas...
..."Pago por todo lo Bailao!"
...En horabuena, joder!
2 comentarios:
Abandera por favor mi lucha por no tener mas amores imposibles!!!
Cumpliste años?? Te felicito y deseo que cumplas muchos mas!
Hoy creo que escribo el post sobre mi trabajo...hoy es un dia perfecto para escribir, estoy triste...
Pues feliz cumpleaños atrasado, supongo, me gusta eso de que apesar de todo sigues siendo tú y dando lo mejor de tí. Saludos. XD
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