Mi descenso a la locura
Es una cuestión de paciencia
No de desesperación
Es un vaso casi colmado por completo
Que inexorable se rebosará
Algún día
No sé si estaré o no preparado
Y no me importa
Tal vez ha sucedido ya varias veces
Y carezco de recuerdos
De aquellos instantes
Es como un despertar los ojos escocidos
La boca reseca y la resaca espiritual
Y mental en la que la memoria
Se encuentra vacía
Y no recuerdas ni siquiera tu propio nombre…
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