10 de la noche
soledad absoluta
ni un alma en la calle
las luces de sodio
dibujan sombras
largas y delgadas
un perro pasa y olfatea
los tachos de basura vacíos
algo lo asusta y emprende la huida
mi café tinto está casi listo
y mataría por un cigarrillo
rubio y sin filtro
pero olvidé comprar un paquete
y ahora es más fácil encontrar un justo en el DC
que una tienda abierta a esta hora
el frío cala los huesos
el cristal de mi ventana se empaña
cuando enfrío mi café
con mi aliento
algunas estrellas se asoman tímidas
no hay ni rastro de la luna
solo algunas luces pálidas
en los edificios del frente
mañana de vuelta a la rutina
como todo el mundo...
1 comentario:
el cigarrillo
y la taza de cafe
sempiterna y lógica
el perro nocturno
y el vapor de las almas
aún sigue latente
en los pasadizos
de la acera
llueven estrellas
en mi camino a casa
y me acompaña
el frescor
de la labor cumplida
Publicar un comentario