By
Shakyamuni
Esto es lo que debería ser hecho
por quien es diestro en bondad
y conoce el camino de la paz:
que sea capaz y correcto,
sincero y de habla amable,
Humilde y no engreído,
contento y satisfecho fácilmente,
no sobrecargado con deberes y frugal
en sus modales.
Pacífico y calmado, y sabio y hábil,
de naturaleza ni orgullosa ni exigente.
Que no haga ni la mpas mínima cosa
que luego los sabios reprueben.
Deseando: que todos los seres puedan tener
Pacífico y calmado, y sabio y hábil,
de naturaleza ni orgullosa ni exigente.
Que no haga ni la mpas mínima cosa
que luego los sabios reprueben.
Deseando: que todos los seres puedan tener
bienestar
en felicidad y seguridad
Cualesquiera de los seres sensibles que fuere;
ya sean débiles o fuertes, sin omitir ninguno,
El grande o el poderoso, mediano, bajito, o pequeño,
los visibles y los invisibles.
Aquellos que viven cerca y lejos,
los nacidos y los por nacer,
¡qué todos los seres tengan bienestar!
Que ninguno engañe a otro,
ni que desprecie a ningún ser
de cualquier estado.
Que ninguno a causa de la ira
o de la mala voluntad
desee daño a ningún otro.
Así como una madre protege con su vida
a su hijo, a su único hijo,
así con un corazón ilimitado
uno debería abrigar a todos los seres vivos:
irradiando bondad sobre el mundo,
esparciéndola arriba hacia los cielos,
y hacia abajo hasta las profundidades;
hacia afuera e ilimitadamente,
libre de ira y de mala voluntad.
Ya sea de pie o caminando, sentado o echado,
libre de somnolencia,
uno debería recordar esto sostenidamente.
Se dice que esta es la morada sublime.
Al no adherirse a puntos de vista fijos,
el de corazón puro, poseyendo claridad de visión,
estando liberados de todos los deseos de los sentidos,
NO nace otra vez en este mundo.
.
en felicidad y seguridad
Cualesquiera de los seres sensibles que fuere;
ya sean débiles o fuertes, sin omitir ninguno,
El grande o el poderoso, mediano, bajito, o pequeño,
los visibles y los invisibles.
Aquellos que viven cerca y lejos,
los nacidos y los por nacer,
¡qué todos los seres tengan bienestar!
Que ninguno engañe a otro,
ni que desprecie a ningún ser
de cualquier estado.
Que ninguno a causa de la ira
o de la mala voluntad
desee daño a ningún otro.
Así como una madre protege con su vida
a su hijo, a su único hijo,
así con un corazón ilimitado
uno debería abrigar a todos los seres vivos:
irradiando bondad sobre el mundo,
esparciéndola arriba hacia los cielos,
y hacia abajo hasta las profundidades;
hacia afuera e ilimitadamente,
libre de ira y de mala voluntad.
Ya sea de pie o caminando, sentado o echado,
libre de somnolencia,
uno debería recordar esto sostenidamente.
Se dice que esta es la morada sublime.
Al no adherirse a puntos de vista fijos,
el de corazón puro, poseyendo claridad de visión,
estando liberados de todos los deseos de los sentidos,
NO nace otra vez en este mundo.
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