Recupero viejos archivos poéticos escritos a dos manos, esta vez de nuevo con mi amigo LFR, Presencia Terrible, textos en colaboración en el año 2005. Por diversas cuestiones este proyecto quedó inconcluso, pero lo que se alcanzó a componer bien vale la pena publicarse aquí, empecemos por el principio:
Saludo A Los Grandes Muertos
“ Poeta. No arrastres tus alas, camina. Ve hasta el fin de tu propio invento: el destino.
Recuérdame. Soy tu anónimo seguidor. Tu silencio público que se hace deliciosa niebla entre las masas apresuradas, sobrias, asustadas.
“ … La presente es una colección susceptible de ser aumentada por tu ingenio y el de otros poetas interesados en esta búsqueda que ya iniciamos mano-a-mano. Empieza tú agregando mas escritura a esta Presencia Terrible de modo que, en lo sucesivo se convierta en una Gran Presencia Terrible …
“ … Presencia Terrible que lancé desde mis vacíos, desde el deliquio del mediodía y desde los brillos inciertos de la noche. Presencia que viene al mundo para asombrar a los seres con certeros juegos de magia.
“Poeta, hay que seguir en la refriega mientras no llegue el viejo que se deja ir a las barrigas imprecisas del suicidio. Parece ser muy objetivo el pragmatismo de un imperio, pero es el suicidio desnudo de la mente humana. Los gobiernos son medios, los fines apestan. El sujeto sólido e individual clama por un lugar, por el espacio que le permita desarrollarse plenamente.
“Se requiere en suma de las condiciones favorables, de hacer fila junto con los escogidos; que lo marginal es patria de desiertos, es el arte del silencio que purifica la mano de obra. Es filosofía que marcha en pantuflas mientras se tiene una noche de arduo trabajo, advenimiento del hastío hedonístico, del fin de toda alegría. Se prevén secretos inenarrables en el caballete de los artistas infernales.
“Virtud del vicio, virtud de la letra. Apasionado y alerta individuo que no se deja morir porque tiene miedo, porque cree que no hay amor, que todo es mentira y quiere en fin inventárselo todo. Apasionado de consignas, de la historia estética en occidente, de los libros para ser leídos en la mañana, de los encuentros ocasionales con la aventura: extravío para refinar el radio de acción…”
L. F. R.
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