Hace un par de días mi mejor amiga de la maestría cumplió su palabra y me entregó el regalo de navidad que me estaba debiendo (además del regalo de cumpleaños, todo en uno). No fue una sorpresa, puesto que en la temporada de la feria internacional del libro, varios profesores amigos de los dos viajaron a la Capital para asistir especialmente a tan magno evento y aprovechando la oportunidad solicité cualquier texto disponible de poemas de Allen Ginsberg, uno de mis poetas favoritos desde hace años atrás, cuando existía Alterego, de profvndis clamavi, el grupo de poesía de la UN sede manizales, conformado por mi y por dos amigos más. Nuestra primera sesión fue precisamente de poesía norteamericana, no recuerdo exactamente el titulo, creo que era "Maldita Escafandra", en ella leimos al inigualable Hank, y a algunos de los Beatniks, entre estos a Ginsberg y dos de sus poemas mas famosos, Aullido y Kadish yotros más tomados especialmente de "Sandwiches de Realidad".
El libro que ahora tengo en mis manos se titula la Caída de América (The Fall of America), escrito desde 1965 hasta 1975, de punta punta de los EE. UU. en viajes interminables y experiencias alucianantes entre estado y estado. Como los buenos libros de poesía, éste se disfruta a cuentagotas y tiene la inmensa posibilidad de releerse las veces que a uno le vengan en gana, en el orden que se le antoje.
No voy a realizar aquí un resumen del libro, no es esa mi intención. Lo que me surge ahora es una sensación de desconsuelo en parte y de aceptación en otra, me explico: Dadas nuestras particulares circunstancias como nación y nuestras especiales relaciones con el país del tío Sam, los gobiernos de la gran nación del norte siempre me han caído como una patada en el estómago, me enfurece su política expansionista desalmada y su criterio de seguridad nacional, el cual les otorga el derecho de intervenir en cualquier nación del globo cuando sus intereses se ven amenazados. Pero por otro lado, me fascinan muchas cosas de los EE. UU., su riquisimna geografía, su música, su literatura, su poesía, y sé que muchos ciudadanos américanos son tan o más concientes que nosotros con respecto a su situación de Imperio y con el mal quehacer de sus dirigentes. Por eso cuando veo en tv al h.p. de Bush, me salgo de casillas y para evitar una úlcera estomacal cambio de canal o apago la tele, pero cuando llegan a mis manos joyas como éste librito o cd's de "Treat her Right" y "Orchestra Morphine", o cuando puedo deleitarme con un buen concierto de Bird o de Billie, no puedo evitar sentirme mal al comprobar cómo esa gran diversidad cultural se ve mancillada por sus gobernantes. Soy un americano de todo corazón, del sur de América (Un Mladito Sudaca, como lo dicen los Prisioneros), pero americano al fin de cuentas y tambien me conduelo cuando a todos esos habitantes de Luissiana y las Carolinas los afecta un huracán o un terremoto o un incendio sacuden a California. Pero con los gobiernos de ese país prefiero no tratar (Visas, Embajadas, etc). Me quedo entonces con toda esa cultura y el deseo de visitar alguna vez Yellowstone o un campamento Sioux (si sobrevive alguno), o de tomarme un bue trago en algún bar de Chicago, de NYC, de Boston o LA, con buena música de fondo.
Por ahora transcribo un pequeño poema incluido en el libro, espero que la censura no se queje y a mis poquísimos lectores les guste:
LAMER EL CULO
By A. Ginsberg
Lamer el Culo es lo que corresponde a la Paz
América tendrá que lamerle el Culo a la Madre Tierra
Los Blancos tienen que lamerle el culo a los Negros en bien de la Paz y del Placer
El único camino hacia la Paz, lamer el Culo.
Bueno, ahora proseguiré con la lectura y relectura del texto y uno de éstos dias, pueda que "postee" algún otro poemita.
P.D. Necesito encontrar el equivalente en castellano para el verbo "postear", recibo sugerencias...
1 comentario:
mmmm Lamer el culo....de los personajes que hacen eso esta lleno este mundo.
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